La calidad sonora actúa como diferenciador y puede influir en la preferencia de los clientes hacia un producto u otro. Por ejemplo, un coche; puede que sea eficiente y duradero, pero será el sonido que emite lo que influirá en la decisión de compra. Lo mismo sucede con una amplia selección de productos, sobre todo los de la industria de bienes de consumo.
El reto que plantea el análisis de la calidad del sonido es que esta se relaciona, en mayor medida, con el mecanismo de audición de los seres humanos. Este sistema difiere de uno de los equipos de pruebas acústicas más comunes: el micrófono. Este dispositivo puede medir los niveles de presión sonora (SPL), pero no tendrá en cuenta la preferencia subjetiva del cerebro humano. Los ingenieros de acústica necesitan aplicar un proceso que aborde estos aspectos para poder mejorar el diseño del sonido de su producto.
Comprender cómo funciona el sistema auditivo humano es el primer paso hacia la implementación de un proceso de evaluación de la calidad sonora. Un proceso típico comienza con las medidas acústicas binaurales. Los datos que se recogen se analizan con técnicas de evaluación objetivas y subjetivas. Esto le permitirá diseñar un producto adecuado con una firma acústica convincente.
En este webinar, descubrirá: